Hola Luis,

Soy Manuel y entré en antena de madrugada explicando mis últimos 6 años en unos 25 minutos. Soy un oyente esporádico (por el horario) desde hace unos 4 meses.

No creo en las casualidades, creo en Dios. Y creo que cuando me despierto con la radio encendida y de fondo tu programa ha sido por algo. En alguna ocasión he escuchado varios programas en los cuales los oyentes contaban sus historias, pero cuando me desperté la primera noche y te escuché a ti lo que me llamó la atención es que nunca había escuchado a un locutor-director de programa involucrarse tanto en la forma que tú lo haces con tus oyentes. Escuchas, transmites, comprendes, analizas, aconsejas… Más que un programa de radio, que lo es, lo tuyo es una labor social y humana.

Le transmití a mi hijo la llamada que te hice, y él por propia voluntad a su madre y la escucharon por internet. No les pareció mal que lo hiciera, ni el contenido de mis palabras. Creo que no nos hemos tratado bien en momentos puntuales, pero ella no es una maltratadora. Lo que sé es que es una buena madre y una buena persona. No era mi intención transmitirte ese mensaje, solo se que me desperté y algo me hizo llamarte. Llevaba 3 semanas pensando como desaparecer de este mundo, creo que Dios me dio fuerzas para llamar por primera vez en mi vida a un programa de radio y explicar parte de ella. Digo llevaba porque desde que hablé contigo y escuché tus consejos me hicieron reflexionar sobre las consecuencias que mis pensamientos negativos podrían tener en mi hijo. Y lo digo en pasado, porque desde que hablé contigo y me ofreciste tu ayuda, apareció algo en mí que había olvidado y es esperanza. Esta simple palabra ha desterrado de momento y espero que para siempre el deseo de rendirme. Te lo debo a ti, a tus consejos, tu cariño, tu ofrecimiento. Me hiciste un regalo, llamado esperanza que espero no desperdiciar, y por ello te estaré eternamente agradecido.

En ocasiones he tenido la oportunidad de escuchar personas en tu programa, las cuales expresaban sus adicciones a diferentes drogas. Cualquier persona que haya tenido una adicción se daría cuenta de lo sensible que eres a estos temas. En algunos casos, ni tan siquiera lo han manifestado, tú mismo te has dado cuenta por sus palabras de que tenían ese problema. La sensibilidad y la forma que has tenido en abordar esos problemas me han llamado mucho la atención.

Con 18 años mi pasión era el fútbol, la gente que me rodeaba me decía que llegaría lejos…. Pero no fue así, un cúmulo de desgracias (lesiones y operaciones rodilla, ingreso 5 meses hospital por una enfermedad – tuberculosis ganglionar- , … hicieron o provocaron mi adicción por las drogas (hachís, cocaína, heroína) de los 19 a los 23 años. Lo dejé sin ningún tipo de terapia, con la ilusión de recuperarme y volver a jugar a fútbol. Y esa fue mi ayuda, a través del deporte logré rehabilitarme y seguir adelante. También comentarte que desde que tenia 18 años fui ludópata, me ganaba bien la vida con el póquer (en esa época era casi clandestino, aunque ahora parece ser un deporte nacional). Luego siguieron más juegos: bingo, máquinas tragaperras… Cuando fui consciente de mi enfermedad, de mi problema, decidí que iba a solucionarlo, acudí a terapia en un centro de Barcelona (5 años) y me inscribí en un registro para vetar mi entrada en bingos, casinos…. Superar la ludopatía, claramente, fue más difícil que las drogas.

Conseguí dejar la ludopatía hace ahora doce años, aprendiendo mucho en las terapias y de los profesionales. Estas dos experiencias vitales me sirvieron para escribir un proyecto llamado “Renacer” que envié a varias emisoras deportivas (hace ya muchos años) y que consistía en la rehabilitación de personas con problemas de adicción a las drogas a través del deporte. Nadie me contestó, pero hace 30 años no existían este tipo de proyectos aunque posteriormente surgieron varios con base al mío. Hace un año consulté centros que se dedicaran a las adicciones en la provincia de Orense, encontré sólo uno “Proyecto hombre”. Pero no hay ni uno sólo que se dedique a adicciones tales como: nuevas tecnologías, compras compulsivas, adicciones afectivas… En Barcelona hay multitud de ellas y con escaso ánimo de lucro, aquí se hace a través de psiquiatras con precios desorbitados por consulta. Para la curación de un adicto a lo que sea es necesario los profesionales pero creo que también es de vital importancia que un adicto rehabilitado transmita sus experiencias, que no hace falta que se ponga en su piel, porque él ya lo ha vivido en primera persona.

Creo que estas dos experiencias vitales, unidas a mi capacidad para comunicar (todo relacionado con ventas, comercial…) me permitirían un posible futuro laboral. Todas las adicciones tienen un punto en común, quieres evadir problemas, no enfrentarte a la vida real, y al final tienes los mismo problemas más los derivados de la adicción. Para rehabilitarse hay tres conceptos claves: reconocimiento de que tienes un problema, querer solucionarlo y dejarse ayudar por uno mismo, profesionales, y personas que hayan tenido esos problemas y los hayan resuelto. Me gustaría en un futuro poder ayudar a esas personas, porque creo que tengo capacidad para ello, igual que haces tú a diario en tu programa de radio.

Me despido con inmensa gratitud por tu atención y con tu regalo, la esperanza que me diste, abrazándome a ella.

Manuel

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