Buenos días Luis,
Conozco sobradamente tu capacidad de saber escuchar y tus grandes consejos.
La verdad es que no he tenido una vida demasiado fácil , aunque hasta el día de hoy no puedo quejarme del apoyo familiar que he tenido junto con mis mejores amigos. Ahora bien, la situación en casa no es nada fácil.
Llevo una enorme losa, ya que de un tiempo para aquí, mi madre cayó en una profunda depresión que la ha llevado a beber. A beber en dosis ya desmesuradas. Se cae al suelo, insulta, no tiene cuidado con su higiene personal. Y ya temo por su seguridad y por la mía en casa. Si la hubieras conocido Luis…es impactante ver en la persona que se ha convertido. La botella está ganando la batalla..¡ÉSTA NO ES MI MADRE!
He acudido a todas partes y con poca solución. Ella padece fibromialgia, neuropatía y hernia de hiato. Es joven pero sus dolores no le dejan hacer una vida normal. Ha tenido perdidas familiares traumáticas unido a su separación matrimonial, que supongo que llega un momento que el cuerpo explota y ella ha explotado por ahí. Se refugia en el alcohol.
Yo quiero con locura a mi madre y si le pasara algo me sentiría la mayor responsable y temo que ese día llegue a no muy tardar. Ella hizo tanto y luchó de una manera por sus hijos…que no se merece un final así.
No sé si podremos hablar en alguna ocasión, lo cual me haría inmensamente feliz por el simple hecho que me pudieras tú y los oyentes asesorar, porque ha llegado un punto que siento que he agotado todos los cartuchos y me encuentro al final de este túnel sin salida alguna.
Muchísimas gracias por tu ayuda y por permitirme escribir en esta carta cómo me siento.
Verónica.